Herakleion fue mencionada en textos antiguos como el puerto de entrada a Egipto y una gran ciudad aduanera, antes de la fundación de Alejandría en el año 331 a.C., pero no se tenía verdadera certeza de su existencia. El historiador griego Herodoto cuenta que Paris y su amante Helena huyeron a esta ciudad, donde fueron rechazados a la entrada de la desembocadura del Nilo.
Se cree que esta esfinge representa a Ptolomeo XII, padre de la famosa Cleopatra VII, último faraón de Egipto. La esfinge se encontró durante las excavaciones submarinas llevadas a cabo por el mismo equipo.
Hace un año salieron a la luz las imágenes del momento en que se recuperan algunas de estas valiosas piezas y terrosos, además de un video que ilustra el trabajo de los buzos bajo el mar. Aunque el hallazgo se realizó en el 2000, hubo un gran hermetismo con este descubrimiento y fueron pocos los medios que difundieron la noticia.
El descubrimiento se produjo casi por casualidad, mientras buscaban restos de la batalla de 1789 entre Napoleón y Nelson en la bahía de Abukir. Fue entonces cuando Franck Goddio y su equipo, descubrieron uno de los muros gigantescos muros que custodiaban uno de los templos. Posteriormente empezaron a surgir las estatuas y templos del puerto egipcio más antiguo del Mediterráneo, descubierto hasta la fecha.
Los arqueólogos descubrieron las ciudades de Menutis y Herakleion
prácticamente intactas. Bajo las aguas, se han conservado de forma
asombrosa las estructuras de la ciudad, los templos y los restos de la
última época faraónica y de la época grecorromana. Además, se han
hallado diez barcos hundidos, situados muy cerca los unos de los otros,
que indican el lugar exacto donde estaba situado el puerto marítimo.
La mayor parte de las excavaciones se han concentrado en la zona del
templo dedicado a Hércules, en Herakleion, y en el templo de la diosa
Isis, en Menutis. Entre los hallazgos más importantes hay que destacar
una tabla, realizada en piedra, que indica la ubicación exacta de la
mítica ciudad perdida y un impresionante muro de 150 metros de largo por
1.25 metros de ancho.
Además, los templos conservan aún estatuas colosales, figuras de dioses
hechas en bronce, tablas con jeroglifos, y joyas y monedas del siglo IV
a.C. Quizás se trate de uno de los descubrimientos más impresionantes de
la historia de la arqueología.
Todas las estatuas se hallaron en el fondo del Mar Mediterráneo, muy
cerca de una pequeña caja de granito, con jeroglíficos de la época del
faraón Ptolomeo, que pertenecía al templo dedicado al dios Amón, el
principal templo de Herakleion.
Otro interesante hallazgo fue la estela grabada (imagen de abajo) con un
mandato del faraón Nektanebos I (378- 362 a.C.), donde señala el
aumento del 10% de los impuestos en las mercancías que viniesen de
Grecia para poder financiar la construcción de un templo dedicado a la
diosa Neith.
Fuente: wimp, unmundodeluz, lagranepoca, unoentrerios