23/7/12

El incendio del Ampurdán, el peor desde 1986

Hace 26 años se calcinaron 20.000 hectáreas

LVL
lunes, 23 de julio de 2012, 14:24
 Gerona.- Los incendios que se han declarado este domingo en el Ampurdán son los más graves que se han registrado en la zona desde 1986, según ha recordado el consejero de Interior, Felip Puig, en una atención a los medios desde el Centro de Mando Avanzado localizado en Figueras.
El incendio, que sigue activo en La Junquera, ha afectado una superficie de unas 13.000 hectáreas de vegetación -9.000 calcinadas- y ha movilizado unas setenta dotaciones terrestres que siguen trabajando para sofocar las llamas, que durante la tarde han avanzado con rapidez avivadas por la tramontana.

En 1986 el fuego afectó entonces unas 20.000 hectáreas, siguiendo un recorrido similar al que sigue este lunes activo, y se tardó una semana a lograr su extinción definitiva.
Ante de la gravedad del incendio, el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se ha desplazado a la zona a medianoche para seguir de cerca las tareas de extinción y ha hecho "un llamamiento a la población, a la de aquí y la de fuera" para que extreme la prudencia porque las consecuencias de un incendio pueden ser muy graves como ha ocurrido en este caso, con unas 9.000 hectáreas calcinadas en un perímetro de afectación de entre 12.000 y 13.000 hectáreas.y cuatro personas muertas.
 Dos de las víctimas -un hombre de 60 años y su hija menor de 15, ambos de nacionalidad francesa- morían este domingo al tratar de huir de las llamas que les han sorprendido en la carretera N-260 en Portbou saltando por un acantilado. La tercera víctima, un hombre de origen francés de 75 años, ha muerto en Llers de un ataque cardiaco al verse rodeado por las llamas en el jardín de su casa, mientras que el cuarto, un hombre de 64 años, también francés, fallecía este lunes en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, donde se encontraba ingresado en estado "muy crítico" con el 80 por ciento de su cuerpo quemado.

11/7/12

Los investigadores de Atapuerca descubren ocho nuevos individuos

En el sepulcro de El Mirador
Entrada a la Cueva del Mirador
 Los investigadores de los yacimientos arqueológicos de la Sierra de Atapuerca (Burgos) han descubierto ocho nuevos individuos en el sepulcro colectivo de la cueva de El Mirador, que presentan un " muy buen" estado de conservación.
   Se trata de una zona del enterramiento "muy bien conservada", gracias a las características del enclave, en la que se han encontrado, al menos, ocho nuevos individuos con una antigüedad de entre 4.300 y 4.400 años, según ha explicado este martes el investigador, Josep María
 Vergés, que participa en las excavaciones de 2012.
   Las primeras investigaciones, han desvelado que el sepulcro se utilizó durante un tiempo "relativamente largo" como zona de enterramiento de toda una comunidad o familia, dado el alto nivel de restos hallados desde que se iniciaron las excavaciones en el sepulcro.
   Pese a que este tipo de yacimiento es "común" en la península Ibérica y varios países de Europa,  las características del sepulcro burgalés permitirán extraer una información valiosa para conocer más sobre la población de la sierra de Atapuerca, sus ritos sepulcrales y ofrendas.
   La excavación del enterramiento será "lenta" y "rigurosa", para profundizar en cada uno de sus detalles y, de este modo, completar la información que se tiene acerca de la época.
   En estos momentos, los investigadores se encuentran documentando los restos gracias a un escáner de planta que, junto a un escáner de laboratorio, facilitará la realización de un estudio concreto sobre el sepulcro y la distribución exacta de los individuos hallados.
   En ese mismo lugar, se han encontrado cuencos semiesféricos y varias conchas aunque, por el momento, no se ha hallado ningún enterramiento infantil, lo que ha sorprendido a los propios expertos, dado el alto índice de mortalidad de la época.
   En 2009, un sondeo en el centro de El Mirador determinó el potencial del yacimiento, en el que el pasado año se encontró el enterramiento individual de una mujer de quince años, y en el que los investigadores creen que se hallarán "sorpresas" en el futuro, dadas las numerosas galerías que penetran hacia el interior de la cueva.